El fin justifica los medios. Eso declaró Giorgio Mamani, el último futbolista combativo, al finalizar el partido entre Argentina y México, cuando un grupo de mariachis borrachos lo encaró con quejas y reproches por el primer gol de Tévez.
Intentando contener su furia, Mamani, con su habitual carácter, les planteó que “el futbol es maquiavélico por definición”.
Con esa frase, los frenó en seco en medio de la tribuna. Con aires de catedrático, Mamani expuso: “es sabido que los grandes goleadores y los estrategas más virtuosos están por encima de la ética y la moral dominante para conseguir sus objetivos o llevar a cabo sus planes”.
Sin aceptar la validez del planteo sociopolítico y mucho menos del tanto, los mexicanos seguían denunciando un complot motorizado por el G-20 y la sinarquía internacional.
Entonces, Mamani los pecheó y les repitió: "El futbol es maquiavélico por definición Y, por eso, se lleva estupendamente bien con nuestro mundo. ¿Qué de Alemania sin el penal sancionado por el árbitro Codesal en la final de Italia 90? ¿Qué sería de los delanteros sino engañaran con su cuerpo a los defensores? ¿Qué sería de Maradona sin su mano invisible y que hubiera sido de sus rivales si no le hubieren golpeado en sus tobillos amorotonados? ¿Qué sería de Materazzi si no hubiera provocado a Zidane en la final de Alemania y quería sería de Bilardo sin sus bidones? Es evidente que, en el futbol, los medios están subsumidos a los fines"
"México tiene mucho que aprender. Y deberían empezar con El Príncipe", recalcó Mamani. Y uno de los mariachis borrachos se creyó que habla de Enzo Francescolli.
Aunque los hinchas pasados de copas no puedan aceptarlo, Mamani les dijo que lo más importante del partido de hoy: no es que Argentina haya pasado a los cuartos de final, sino que se haya derrotado al "ALCA Futbolístico" encarnada por México, miembro del NAFTA, que manteniendo una concepción neoliberal del deporte, se ha convertido en una terrible maquiladora futbolística-comercial.
Tal como lo denunció Mamani en la caótica primera conferencia de prensa de Javier Aguirre: "El futbol azteca es un negocio concentrado, absolutamente viciado por la tercerización laboral, la transnacionalización, la compra y venta de marcas y la fetichización de los ídolos".
Con una perspectiva histórica, también la afición mexicana podrá comprender el análisis del goleador quechua: "México es una escuadra mediocre que clasifica a todos los mundiales porque sus eliminatorias de la Concacaf son una bicoca".
“Ya lo dije una vez: México es el fútbol lo que el Subcomandante Marcos a la política: mucho blablá y ningún logro”, enfrentó a los mariachis borrachos que, presos de su furia, intentaron golpearlo con una botella de tequila.
"No sólo los mexicanos deberían leer a Maquiavelo para arribar a la cima del fútbol sino también el enmascarado de Chiapas debería hojear El Príncipe para llegar al poder", vociferó antes de perderse entre los miles de argentinos que se fundían en un festejo interminable.
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