Dolorido. Así está Giorgio Mamani, el último futbolista combativo. Se quedó no sólo sin Mundial. Sino también sin anti-Mundial: porque los alemanes del Partido Verde lo hicieron un juicio sumario y lo expulsaron del foro antiglobalización.
Cabizbajo y refunfuñante, salió del estadio y encaró por las calles laterales.
“El problema táctico de Maradona no fue el mediocampo sino sus falta de puntos medios: el equilibrio, la armonía, la mesura nos son imposibles”, se dijo Mamani así mismo, con tono de autocrítica, sabiendo que comparte el gusto por los excesos, el estilo barroco, la pasión desaforada.
"Lo sé. Siempre nos jugamos enteros", lamentó con la certeza de los que no saben hacer otra cosa.
“Esa frase de Maradona sobre la primacía de la superioridades individuales sobre el trabajo grupal nos representa a todos”, se confiesó Mamani asumiendo esa imposibilidad, tan argentina y tan napolitana, de poder conjugar los potenciales individuales con una tarea colectiva.
“Está bien jugársela con una corazonada. Pero también hay que oír a los demás”, le reprocha a Maradona y se lo reprocha a él mismo.
“Por eso, no grité los goles holandeses contra Brasil: ahora la causa latinoamericana se nos va al carajo”, gritó mirando al cielo.
Mientras camina por Ciudad del Cabo, en el extremo último de África, siente el peso de todas sus derrotas encima. Asimismo, también siente sobre sus espaldas el peso de ese continente negro, la patria de la humanidad entera y todas sus infamias.
Ensimismado y taciturno, Mamani entró en un bar de mala muerte y pidió una cerveza. Mientras disfrutaba de esa paz ambarina, un negro le tocó un hombro.
“Usted es Mamani”, preguntó un anciano erosionado por las injusticias de África. “Yo soy Friman”, explicó el señor en un español arcaico, intentando recordar una lengua que creía olvidada.
Mamani lo miró con ojos paranoicos.
- "¿Quién es usted?"– lanzó asombrado.
- "Mamani, lo conozco desde hace mucho tiempo"– explicó el anciano con una sonrisa sin dientes.
- "¿Quién es usted?" – volvió a inquirir aún más paranoico.
- "Soy este chico" – respondió el anciano mostrando una foto tan amarillenta como la cerveza.
Mamani se quedó azorado: era una foto del Che Guevara en su misión en Angola y en sus brazos tenía a un niño.
-"Por eso, hablo en español: lo aprendí con ustedes, con los argentinos y los cubanos. Ustedes nos pasaron sus ideas revolucionarias"– garabateó el viejo.
Fue entonces cuando Mamani se partió en un llanto y el viejo atinó a darle una palmada en el hombro.
- "No, llore. Mamani, no llore" – insistió el viejo.
- "Mamani, mire todo lo que se avanzó desde entonces"- dijo el negro.
- "Le estamos muy agradecidos a ustedes" –repitió Friman, con el peso de la historia.
-"Mire, mire, todo lo que hemos avanzado. Las derrotas, a veces, con el tiempo se convierten en victorias" –ensayó el hombre gastado por su africanidad.
Mamani siguió llorando.
-"Cuando el Che y su escuadrón de cubanos perdieron, todos pensamos que sería un fracaso. Pero sus ideas siguieron y muchos africanos quisieron imitarlo: unos años después, lograríamos la emancipación. Con Maradona y su escuadra argentina pasará lo mismo: serán muchos los que sigan su visión revolucionaría del futbol" –disparó el negro con certeza.
Por un insistente, Mamani pudo mirar todo con mejor perspectiva. Más calmado, volvió limpiar su amargura interior con un sorbo de cerveza.
-"El juego de la emancipación está iniciado" – prometió este anciano sin dientes, que supo estar en brazos del Che Guevara. Y sabe de derrotas y de victorias. Pero mucho más sabe por negro y por viejo.
Crónicas Sudafricanas
33 días con Giorgio Mamani, el último futbolista combativo, en el Anti-Mundial de Sudáfrica
sábado, 3 de julio de 2010
domingo, 27 de junio de 2010
Día 14: Maquiavélico por definición
El fin justifica los medios. Eso declaró Giorgio Mamani, el último futbolista combativo, al finalizar el partido entre Argentina y México, cuando un grupo de mariachis borrachos lo encaró con quejas y reproches por el primer gol de Tévez.
Intentando contener su furia, Mamani, con su habitual carácter, les planteó que “el futbol es maquiavélico por definición”.
Con esa frase, los frenó en seco en medio de la tribuna. Con aires de catedrático, Mamani expuso: “es sabido que los grandes goleadores y los estrategas más virtuosos están por encima de la ética y la moral dominante para conseguir sus objetivos o llevar a cabo sus planes”.
Sin aceptar la validez del planteo sociopolítico y mucho menos del tanto, los mexicanos seguían denunciando un complot motorizado por el G-20 y la sinarquía internacional.
Entonces, Mamani los pecheó y les repitió: "El futbol es maquiavélico por definición Y, por eso, se lleva estupendamente bien con nuestro mundo. ¿Qué de Alemania sin el penal sancionado por el árbitro Codesal en la final de Italia 90? ¿Qué sería de los delanteros sino engañaran con su cuerpo a los defensores? ¿Qué sería de Maradona sin su mano invisible y que hubiera sido de sus rivales si no le hubieren golpeado en sus tobillos amorotonados? ¿Qué sería de Materazzi si no hubiera provocado a Zidane en la final de Alemania y quería sería de Bilardo sin sus bidones? Es evidente que, en el futbol, los medios están subsumidos a los fines"
"México tiene mucho que aprender. Y deberían empezar con El Príncipe", recalcó Mamani. Y uno de los mariachis borrachos se creyó que habla de Enzo Francescolli.
Aunque los hinchas pasados de copas no puedan aceptarlo, Mamani les dijo que lo más importante del partido de hoy: no es que Argentina haya pasado a los cuartos de final, sino que se haya derrotado al "ALCA Futbolístico" encarnada por México, miembro del NAFTA, que manteniendo una concepción neoliberal del deporte, se ha convertido en una terrible maquiladora futbolística-comercial.
Tal como lo denunció Mamani en la caótica primera conferencia de prensa de Javier Aguirre: "El futbol azteca es un negocio concentrado, absolutamente viciado por la tercerización laboral, la transnacionalización, la compra y venta de marcas y la fetichización de los ídolos".
Con una perspectiva histórica, también la afición mexicana podrá comprender el análisis del goleador quechua: "México es una escuadra mediocre que clasifica a todos los mundiales porque sus eliminatorias de la Concacaf son una bicoca".
“Ya lo dije una vez: México es el fútbol lo que el Subcomandante Marcos a la política: mucho blablá y ningún logro”, enfrentó a los mariachis borrachos que, presos de su furia, intentaron golpearlo con una botella de tequila.
"No sólo los mexicanos deberían leer a Maquiavelo para arribar a la cima del fútbol sino también el enmascarado de Chiapas debería hojear El Príncipe para llegar al poder", vociferó antes de perderse entre los miles de argentinos que se fundían en un festejo interminable.
Intentando contener su furia, Mamani, con su habitual carácter, les planteó que “el futbol es maquiavélico por definición”.
Con esa frase, los frenó en seco en medio de la tribuna. Con aires de catedrático, Mamani expuso: “es sabido que los grandes goleadores y los estrategas más virtuosos están por encima de la ética y la moral dominante para conseguir sus objetivos o llevar a cabo sus planes”.
Sin aceptar la validez del planteo sociopolítico y mucho menos del tanto, los mexicanos seguían denunciando un complot motorizado por el G-20 y la sinarquía internacional.
Entonces, Mamani los pecheó y les repitió: "El futbol es maquiavélico por definición Y, por eso, se lleva estupendamente bien con nuestro mundo. ¿Qué de Alemania sin el penal sancionado por el árbitro Codesal en la final de Italia 90? ¿Qué sería de los delanteros sino engañaran con su cuerpo a los defensores? ¿Qué sería de Maradona sin su mano invisible y que hubiera sido de sus rivales si no le hubieren golpeado en sus tobillos amorotonados? ¿Qué sería de Materazzi si no hubiera provocado a Zidane en la final de Alemania y quería sería de Bilardo sin sus bidones? Es evidente que, en el futbol, los medios están subsumidos a los fines"
"México tiene mucho que aprender. Y deberían empezar con El Príncipe", recalcó Mamani. Y uno de los mariachis borrachos se creyó que habla de Enzo Francescolli.
Aunque los hinchas pasados de copas no puedan aceptarlo, Mamani les dijo que lo más importante del partido de hoy: no es que Argentina haya pasado a los cuartos de final, sino que se haya derrotado al "ALCA Futbolístico" encarnada por México, miembro del NAFTA, que manteniendo una concepción neoliberal del deporte, se ha convertido en una terrible maquiladora futbolística-comercial.
Tal como lo denunció Mamani en la caótica primera conferencia de prensa de Javier Aguirre: "El futbol azteca es un negocio concentrado, absolutamente viciado por la tercerización laboral, la transnacionalización, la compra y venta de marcas y la fetichización de los ídolos".
Con una perspectiva histórica, también la afición mexicana podrá comprender el análisis del goleador quechua: "México es una escuadra mediocre que clasifica a todos los mundiales porque sus eliminatorias de la Concacaf son una bicoca".
“Ya lo dije una vez: México es el fútbol lo que el Subcomandante Marcos a la política: mucho blablá y ningún logro”, enfrentó a los mariachis borrachos que, presos de su furia, intentaron golpearlo con una botella de tequila.
"No sólo los mexicanos deberían leer a Maquiavelo para arribar a la cima del fútbol sino también el enmascarado de Chiapas debería hojear El Príncipe para llegar al poder", vociferó antes de perderse entre los miles de argentinos que se fundían en un festejo interminable.
sábado, 26 de junio de 2010
Día 13: Todos lo quieren como DT
Cansado, pero feliz. Giorgio Mamani, el último futbolista combativo, llegó caminando desde Polokwane, la ciudad donde jugó la selección argentina el martes pasado.
Aparentemente, el alemán no quiso traerlo en su coche alquilado, porque él lo empujó, tras el gol de Palermo, y lo hizo rodar 40 escalones hacia abajo. “¡Qué poco humor tienen los alemanes!”, sólo atinó a decir Mamani cuando se enteró que el germano lo dejaba a gamba.
Pero al llegar al Soweto, descubrió que se había vuelto más famoso que Messi. No sólo eso: además, todos los equipos tercermundistas lo querían contratar como DT para el próximo mundial.
La primera sorpresa fue un llamado del Kim Jong II, el presidente del comité de defensa de Corea del Norte, quien quería ofrecerle la conducción de su vapuleado seleccionado.
Con su poco diplomático estilo, el quechua rechazó la oferta porque, por contrato, le querían imponer que se corte el pelo con el look del "querido presidente" y que los jugadores no usaran botines para no parecer más altos que su narcisista líder.
“Ni hinchas tienen los de NorCorea: fijate que tuvieron que alquilar actores chinos para que los apoyen. Además, estas 4 años armando el equipo y cuando viajas al exterior, siempre hay alguno que pide asilo político y te deja en banda”, rezongó Mamani tras colgar el tubo con Kim Jong II.
Al rato apareció, el embajador de Grecia en Sudáfrica con la misma idea. Esta vez, Mamani fue más contemplativo porque se siente vinculado, a raíz de su madre napolitana, con toda la cuenca del Mediterráneo.
Después de pensarlo dos veces aceptó la oferta diciendo: “Me haré cargo del equipo si al mismo tiempo, Grecia se retira de la Eurozona, suspende el euro y reinstala de dracma y le exigimos a los tenedores de bonos una quita del 70%. Eso para empezar: después renovamos la Corte Suprema, cambiamos la ley de Medios e implementamos el plan universal por hijo”.
Al diplomático, esas condiciones no le cayeron nada bien y se produjo el siguente diálogo:
EL EMBAJADOR: ¿Pero esto es un plan de gobierno o un proyecto deportivo?
MAMANI: Es la fórmula del éxito. Ah, me olvidaba: también hay que cobrar retenciones a la soja.
EL EMBAJADOR: En Grecia no tenemos soja.
MAMANI: Bueno, entonces cobremos retenciones a la exportación de aceite de oliva.
EL EMBAJADOR: No estoy autorizado para tomar tales determinaciones. Sólo tengo órdenes de contratarlo como DT de la selección para el próximo campeonato FIFA.
MAMANI: Embajador, ustedes no entienden nada. Para triunfar en las canchas, los sudamericanos tuvimos que sacar, primero, al neoliberalismo.
EL EMBAJADOR: Usted es un sofista irredento.
MAMANI: Mire a la Francia del ajuste, mire a la Italia de la gangrena berlusconiana… ya sabe cuál va ser el destino de la Alemania financiera y la Inglaterra bursátil. ¿Dónde está el Milagro de Irlanda e Islandia?
EL EMBAJADOR: Me retiro dejando en claro que usted no respetó mi envestidura diplomática.
MAMANI: Pero, andá griego… para ganar unos dos puntos más en la primera fase, ustedes como defensores tenían que poner al perro antisistema que estaba en todas las manifestaciones contra los ajustes … ¡tómatela, Papadopulus!
Para cerrar esta jornada de ofertas y convocatorias, Mamani aceptó la invitación de la delegación de Argelia por un buen motivo: lo llevaron a ver un show de odaliscas y a comer cuscús. Al igual que NorCorea y Grecia, los funcionarios argelinos querían proponer a Mamani como de DT de su selección.
Aunque él tiene mucho respeto por Argelia, por el líder Ben Bella y sabe que hubo numerosos puntos de unión entre la resistencia peronista y el Frente de Liberación Nacional, Mamani rechazó ese honor.
Pues, en su paso por Palestina, conoció los riesgos que implican dirigir a jugadores musulmanes.
En una ocasión, los jugadores más practicantes se pusieron a rezar mirando a la meca en el medio del partido y los rivales aprovecharon para hacerles 5 goles. Y después terminaron todos furiosos porque habían perdido por goleada contra “el equipo del infiel”.
En otra oportunidad, Mamani les dijo a sus jugadores que “Maradona era Dios” y quisieron lapidarlo porque considerarlo por encima de Alá.
Si bien Mamani impulsó la doctrina del "futbol de guerrillas", nunca comprendió a los defensores que, bajo sus camisetas, se llenan de explosivos y después se andan inmolando con tal que no les hagan un gol.
Pese a eso, Mamani terminó la cena dando un consejo: “Los argelinos tienen frenar la sangría de jugadores: no puede ser que Francia tenga más magrebíes que normandos: Zidane tenía que ser suyo”.
Como ya anticipamos en otraa oportunidad, Mamani se dedicará a constituir la selección quechua integrada por jugadores de los actuales territorios del imperio inca. Cuando los periodistas deportivos le preguntaron porqué rechazaba contratos tan jugosos en el exterior, Mamani respondió: “Ya lo dije: los DTs tienen que se parecido a sus pueblos . Ese el camino para quebrar la alienación que nos separa de nuestra sociedad y de nuestra geografía".
"La alegría popular es un hecho político", lanzó enigmáticamente antes perderse en las callejuelas de Soweto pensando en el partido de mañana contra los aztecas.
Aparentemente, el alemán no quiso traerlo en su coche alquilado, porque él lo empujó, tras el gol de Palermo, y lo hizo rodar 40 escalones hacia abajo. “¡Qué poco humor tienen los alemanes!”, sólo atinó a decir Mamani cuando se enteró que el germano lo dejaba a gamba.
Pero al llegar al Soweto, descubrió que se había vuelto más famoso que Messi. No sólo eso: además, todos los equipos tercermundistas lo querían contratar como DT para el próximo mundial.
La primera sorpresa fue un llamado del Kim Jong II, el presidente del comité de defensa de Corea del Norte, quien quería ofrecerle la conducción de su vapuleado seleccionado.
Con su poco diplomático estilo, el quechua rechazó la oferta porque, por contrato, le querían imponer que se corte el pelo con el look del "querido presidente" y que los jugadores no usaran botines para no parecer más altos que su narcisista líder.
“Ni hinchas tienen los de NorCorea: fijate que tuvieron que alquilar actores chinos para que los apoyen. Además, estas 4 años armando el equipo y cuando viajas al exterior, siempre hay alguno que pide asilo político y te deja en banda”, rezongó Mamani tras colgar el tubo con Kim Jong II.
Al rato apareció, el embajador de Grecia en Sudáfrica con la misma idea. Esta vez, Mamani fue más contemplativo porque se siente vinculado, a raíz de su madre napolitana, con toda la cuenca del Mediterráneo.
Después de pensarlo dos veces aceptó la oferta diciendo: “Me haré cargo del equipo si al mismo tiempo, Grecia se retira de la Eurozona, suspende el euro y reinstala de dracma y le exigimos a los tenedores de bonos una quita del 70%. Eso para empezar: después renovamos la Corte Suprema, cambiamos la ley de Medios e implementamos el plan universal por hijo”.
Al diplomático, esas condiciones no le cayeron nada bien y se produjo el siguente diálogo:
EL EMBAJADOR: ¿Pero esto es un plan de gobierno o un proyecto deportivo?
MAMANI: Es la fórmula del éxito. Ah, me olvidaba: también hay que cobrar retenciones a la soja.
EL EMBAJADOR: En Grecia no tenemos soja.
MAMANI: Bueno, entonces cobremos retenciones a la exportación de aceite de oliva.
EL EMBAJADOR: No estoy autorizado para tomar tales determinaciones. Sólo tengo órdenes de contratarlo como DT de la selección para el próximo campeonato FIFA.
MAMANI: Embajador, ustedes no entienden nada. Para triunfar en las canchas, los sudamericanos tuvimos que sacar, primero, al neoliberalismo.
EL EMBAJADOR: Usted es un sofista irredento.
MAMANI: Mire a la Francia del ajuste, mire a la Italia de la gangrena berlusconiana… ya sabe cuál va ser el destino de la Alemania financiera y la Inglaterra bursátil. ¿Dónde está el Milagro de Irlanda e Islandia?
EL EMBAJADOR: Me retiro dejando en claro que usted no respetó mi envestidura diplomática.
MAMANI: Pero, andá griego… para ganar unos dos puntos más en la primera fase, ustedes como defensores tenían que poner al perro antisistema que estaba en todas las manifestaciones contra los ajustes … ¡tómatela, Papadopulus!
Para cerrar esta jornada de ofertas y convocatorias, Mamani aceptó la invitación de la delegación de Argelia por un buen motivo: lo llevaron a ver un show de odaliscas y a comer cuscús. Al igual que NorCorea y Grecia, los funcionarios argelinos querían proponer a Mamani como de DT de su selección.
Aunque él tiene mucho respeto por Argelia, por el líder Ben Bella y sabe que hubo numerosos puntos de unión entre la resistencia peronista y el Frente de Liberación Nacional, Mamani rechazó ese honor.
Pues, en su paso por Palestina, conoció los riesgos que implican dirigir a jugadores musulmanes.
En una ocasión, los jugadores más practicantes se pusieron a rezar mirando a la meca en el medio del partido y los rivales aprovecharon para hacerles 5 goles. Y después terminaron todos furiosos porque habían perdido por goleada contra “el equipo del infiel”.
En otra oportunidad, Mamani les dijo a sus jugadores que “Maradona era Dios” y quisieron lapidarlo porque considerarlo por encima de Alá.
Si bien Mamani impulsó la doctrina del "futbol de guerrillas", nunca comprendió a los defensores que, bajo sus camisetas, se llenan de explosivos y después se andan inmolando con tal que no les hagan un gol.
Pese a eso, Mamani terminó la cena dando un consejo: “Los argelinos tienen frenar la sangría de jugadores: no puede ser que Francia tenga más magrebíes que normandos: Zidane tenía que ser suyo”.
Como ya anticipamos en otraa oportunidad, Mamani se dedicará a constituir la selección quechua integrada por jugadores de los actuales territorios del imperio inca. Cuando los periodistas deportivos le preguntaron porqué rechazaba contratos tan jugosos en el exterior, Mamani respondió: “Ya lo dije: los DTs tienen que se parecido a sus pueblos . Ese el camino para quebrar la alienación que nos separa de nuestra sociedad y de nuestra geografía".
"La alegría popular es un hecho político", lanzó enigmáticamente antes perderse en las callejuelas de Soweto pensando en el partido de mañana contra los aztecas.
martes, 22 de junio de 2010
Sudáfrica: En Polokwane
Un milagro se produjo en la víspera del partido de Argentina-Grecia: Hans, un alemán del Partido Verde alquiló un auto e invitó a Giorgio Mamani, el último futbolista combativo.
Así que partieron hacia Polokwane, el norte de Sudáfrica, para ver el “clásico de las crisis financieras”.
Desde la ventanilla del auto, Mamani conoció la magnetismo que ejercen los atardeceres sobre las sabanas africanas. Aunque duran sólo un instante, el tiempo parece detenerse mientras esa tierra salvaje se tiñe de luces naranjas y sombras violáceas.
Ante tal espectáculo, agradeció a Inti, el dios sol. Sin creer en los horóscopos como Domenech, Mamani, como buen quechua, depende también de los astros. Y no se le pasó por alto que, ayer, era solsticio de invierno: el día más corto del año en el hemisferio sur y, por ende, también la noche más larga.
“La fiesta del Inti Raymi marcan los tiempos de siembra y cosecha, en el cual le rogamos a la Pachamama y al Sol para que la tierra sea fértil y nada nos falte”, le explicó Mamani a Hans, el alemán. Al principio, sus comentarios le parecieron verdaderamente pintorescos y simpáticos pero, luego, comenzó a verlos como una clara apología de las supercherías.
“También es un tiempo de esperanza porque la tierra entra en un nuevo ciclo de vida”, acotó Mamani ante la cara pálida del militante del Partido Verde. El muchacho, oriundo de Sajonia, no podía creer lo que escuchaba. Furioso y enajenado, mientras manejaba, intentaba catequizarlo recitando en su parco español la tesis de Ludwig Andreas Feuerbach sobre el humanismo ateo.
Finalmente, llegaron a Polokwane. Mamani encontró a la ciudad muy parecida a su Salta natal. “La tierra es pedregosa, amarillenta, y uno se encuentra ranchos llenos de cabritos”, comentó antes de observar que ambos lugares se encuentran casi a la misma altura del trópico de Capricornio.
Como si faltaran coincidencias, Mamani descubrió que en este pueblo africanos hay una animosidad muy grande contra los ingleses. “Acá los piratas montaron los primeros campos de concentración”, dijo Mamani antes de recordar que se cumplen 25 de los goles de Diego a los ingleses.
“Date cuenta, Alemán, todo esto son señales de buenos augurios para nosotros: ustedes están fritos”, le enrostró al muchacho de Sajonia que, lejos de admitir las evidencias cosmológicas presentadas Mamani, prefería confiar en un mundo cartesiano, regido por la diosa razón.
Así que partieron hacia Polokwane, el norte de Sudáfrica, para ver el “clásico de las crisis financieras”.
Desde la ventanilla del auto, Mamani conoció la magnetismo que ejercen los atardeceres sobre las sabanas africanas. Aunque duran sólo un instante, el tiempo parece detenerse mientras esa tierra salvaje se tiñe de luces naranjas y sombras violáceas.
Ante tal espectáculo, agradeció a Inti, el dios sol. Sin creer en los horóscopos como Domenech, Mamani, como buen quechua, depende también de los astros. Y no se le pasó por alto que, ayer, era solsticio de invierno: el día más corto del año en el hemisferio sur y, por ende, también la noche más larga.
“La fiesta del Inti Raymi marcan los tiempos de siembra y cosecha, en el cual le rogamos a la Pachamama y al Sol para que la tierra sea fértil y nada nos falte”, le explicó Mamani a Hans, el alemán. Al principio, sus comentarios le parecieron verdaderamente pintorescos y simpáticos pero, luego, comenzó a verlos como una clara apología de las supercherías.
“También es un tiempo de esperanza porque la tierra entra en un nuevo ciclo de vida”, acotó Mamani ante la cara pálida del militante del Partido Verde. El muchacho, oriundo de Sajonia, no podía creer lo que escuchaba. Furioso y enajenado, mientras manejaba, intentaba catequizarlo recitando en su parco español la tesis de Ludwig Andreas Feuerbach sobre el humanismo ateo.
Finalmente, llegaron a Polokwane. Mamani encontró a la ciudad muy parecida a su Salta natal. “La tierra es pedregosa, amarillenta, y uno se encuentra ranchos llenos de cabritos”, comentó antes de observar que ambos lugares se encuentran casi a la misma altura del trópico de Capricornio.
Como si faltaran coincidencias, Mamani descubrió que en este pueblo africanos hay una animosidad muy grande contra los ingleses. “Acá los piratas montaron los primeros campos de concentración”, dijo Mamani antes de recordar que se cumplen 25 de los goles de Diego a los ingleses.
“Date cuenta, Alemán, todo esto son señales de buenos augurios para nosotros: ustedes están fritos”, le enrostró al muchacho de Sajonia que, lejos de admitir las evidencias cosmológicas presentadas Mamani, prefería confiar en un mundo cartesiano, regido por la diosa razón.
lunes, 21 de junio de 2010
Sudáfrica: DTs parecidos a sus pueblos
Los militantes del mandelismo disidente del Soweto están tristes con el desempeño de los equipos africanos.
Pues ellos creían que llegaría la hora de la gloria negra y los marcadores terminaron indicando lo contrario: Sudáfrica, Nigeria, Costa de Marfil, Camerún y Ghana son una sombra.
Con esas penas e inquietudes, organizaron una comisión de notables y acudieron a consultar a Giorgio Mamani, el último futbolista combativo.
“¿Por qué fracasan los equipos africanos y por qué triunfan los latinoamericanos?”, fue la pregunta que le hicieron disparando no sólo una clase magistral sobre el "futbol de guerrillas" sino también una lección de conducción política.
Por eso, la respuesta de Mamani merece ser transcripta:
“El fracaso de los africanos se basa en la misma razón que triunfan los latinoamericanos: los primeros renunciaron a su historia, su identidad y su esencia, mientras los segundos decidieron encarnar sus tradiciones de la mejor manera”, explicó para comenzar.
“Por primera vez, en su historia, los DT de los equipos latinoamericanos se parecen a sus pueblos", recalcó Mamani.
"Mientras en África se da el fenómeno contrario: Fíjese el caso del Costa de Marfil y Nigeria que han elegido a entrenadores del color de sus opresores: ambos equipos llevan técnicos de Suecia como si pensaran reconquistar la Costa de Oro, el fugaz imperio sueco que se extendió en el golfo de Guinea a partir de 1650”, declaró sin pelos en la lengua.
“Por eso, la elección del sueco Erickson como DT de Costa de Marfil es una aberración sociológica: hasta tiene cara de mercader esclavista”, apuntó sin dejar de disparar dardos contra Camerún por elegir a un técnico de Francia, su vieja cabecera imperial.
“Aquí mismo, en Sudáfrica, se eligió como DT a Carlos Alberto Gomes Parreira sin advertir que él es agente de Itamary y que Brasil y Sudáfrica tienen intereses contradictorios por ser potencias emergentes”, denunció Mamani para sorpresa de todos.
Como consejo, el creador del futbol de guerrillas recomendó: “Los africanos tienen que buscar un DT que haga como el Che en Angola: un tipo que se anime a adentrarse en las selvas futbolísticas y los inicie en el juego de la emancipación”.
En cambio -dice Mamani-, los entrenadores latinoamericanos expresan en el sentir de sus pueblos y los ideales del proceso de desconolización. "Coincidiendo con los festejos de los bicentenarios, estramos ante la segunda liberación nacional. Por eso, sus DT se parecen a los pueblos”, remacha.
“Es claro que Maradona se juega el todo por el todo y encarna la estética barroca, pasional, el gusto por los excesos. Su sentir es melodramático, tanguero, que tienen los argentinos y los napolitanos”, explicó el ex jugador. “Su resurrección personal es la resurrección de todo un pueblo que vuelve a sonreírle a la vida”
En esa misma línea, sostuvo que: “el argentino Bielsa tiene mucha sintonía con los chilenos: ambos funcionan con lógica mecánica, metódica y valoran el orden y la disciplina obsesiva. Recordemos que el pueblo chileno es un pueblo de poetas e ingenieros: los literatos tienen toda la imaginación que a los otros le faltan”.
“El Tata Martino, al ser santafecino, comparte muchos códigos culturales con los Paraguayos. Esa afinidad nace con la vieja ruta colonial que iba desde el fuerte Sancti Spirit fundado por Sebastián Gaboto en 1567 hasta Asunción. Las pautas de comportamiento de los guaraníes, las influencias de las misiones jesuitas y la simpatía de los caudillos del litoral argentino con el proyecto de Solano Lopez se reactualizan en ese equipo y explican el éxito de Martino”, ilumina Mamani a la audiencia.
Asimismo, valora el rol de Washington Tabárez. “El maestro es uno de más de los tantos educadores nucleadas en la reconocida Federación Uruguaya de Magisterio. Grandes docentes han salido de este país: el maestro José María Firpo, compilador de Qué porquería es el glóbulo, o el ex maestro, Eduardo Galeano, quien cuenta un cuento sobre la importancia de aprender a “perder el miedo de equivocarse”.
Gran conocedor del país azteca, el futbolista combativo declaró que: “Javier Aguirre, el DT mexicano representa a la Izquierda All Inclusive, aquellas agrupaciones que se emborrachan con sus ideas hedonistas y conforman gran parte de la progresía del DF”.
“El Brasil de Dunga es similar al Brasil de Lula y comparte sus pros y sus contras: ambos encaran un proyecto para disputar la hegemonía global, pero dando las espalda a sus bases sociales: el manto de olvido tendido sobre Ronaldinho es comparable al distanciamiento del presidente con los sectores díscolos del PT”, remarca.
En la vereda de enfrente de los equipos latinoamericanos se encuentra Honduras con dos partidos perdidos. Por eso, Mamani no se cansa de aclarar: "Honduras no pierde por sus carencias futbolísticas, sino por aplicar una especie de veda que establece la Prohibición de elementos de afirmación ideológica o de propaganda zelayista. Hubo persecutas políticas, jugadores prohibidos y ahora que vayan a llorar a la boca de Lobo”.
Los representantes del Partido Verde de Alemania oían a Mamani boquiabiertos y se apuraban a tomar apuntes. Seguramente, los usarán estas palabras como materia prima para ganarse alguna beca.
Pues ellos creían que llegaría la hora de la gloria negra y los marcadores terminaron indicando lo contrario: Sudáfrica, Nigeria, Costa de Marfil, Camerún y Ghana son una sombra.
Con esas penas e inquietudes, organizaron una comisión de notables y acudieron a consultar a Giorgio Mamani, el último futbolista combativo.
“¿Por qué fracasan los equipos africanos y por qué triunfan los latinoamericanos?”, fue la pregunta que le hicieron disparando no sólo una clase magistral sobre el "futbol de guerrillas" sino también una lección de conducción política.
Por eso, la respuesta de Mamani merece ser transcripta:
“El fracaso de los africanos se basa en la misma razón que triunfan los latinoamericanos: los primeros renunciaron a su historia, su identidad y su esencia, mientras los segundos decidieron encarnar sus tradiciones de la mejor manera”, explicó para comenzar.
“Por primera vez, en su historia, los DT de los equipos latinoamericanos se parecen a sus pueblos", recalcó Mamani.
"Mientras en África se da el fenómeno contrario: Fíjese el caso del Costa de Marfil y Nigeria que han elegido a entrenadores del color de sus opresores: ambos equipos llevan técnicos de Suecia como si pensaran reconquistar la Costa de Oro, el fugaz imperio sueco que se extendió en el golfo de Guinea a partir de 1650”, declaró sin pelos en la lengua.
“Por eso, la elección del sueco Erickson como DT de Costa de Marfil es una aberración sociológica: hasta tiene cara de mercader esclavista”, apuntó sin dejar de disparar dardos contra Camerún por elegir a un técnico de Francia, su vieja cabecera imperial.
“Aquí mismo, en Sudáfrica, se eligió como DT a Carlos Alberto Gomes Parreira sin advertir que él es agente de Itamary y que Brasil y Sudáfrica tienen intereses contradictorios por ser potencias emergentes”, denunció Mamani para sorpresa de todos.
Como consejo, el creador del futbol de guerrillas recomendó: “Los africanos tienen que buscar un DT que haga como el Che en Angola: un tipo que se anime a adentrarse en las selvas futbolísticas y los inicie en el juego de la emancipación”.
En cambio -dice Mamani-, los entrenadores latinoamericanos expresan en el sentir de sus pueblos y los ideales del proceso de desconolización. "Coincidiendo con los festejos de los bicentenarios, estramos ante la segunda liberación nacional. Por eso, sus DT se parecen a los pueblos”, remacha.
“Es claro que Maradona se juega el todo por el todo y encarna la estética barroca, pasional, el gusto por los excesos. Su sentir es melodramático, tanguero, que tienen los argentinos y los napolitanos”, explicó el ex jugador. “Su resurrección personal es la resurrección de todo un pueblo que vuelve a sonreírle a la vida”
En esa misma línea, sostuvo que: “el argentino Bielsa tiene mucha sintonía con los chilenos: ambos funcionan con lógica mecánica, metódica y valoran el orden y la disciplina obsesiva. Recordemos que el pueblo chileno es un pueblo de poetas e ingenieros: los literatos tienen toda la imaginación que a los otros le faltan”.
“El Tata Martino, al ser santafecino, comparte muchos códigos culturales con los Paraguayos. Esa afinidad nace con la vieja ruta colonial que iba desde el fuerte Sancti Spirit fundado por Sebastián Gaboto en 1567 hasta Asunción. Las pautas de comportamiento de los guaraníes, las influencias de las misiones jesuitas y la simpatía de los caudillos del litoral argentino con el proyecto de Solano Lopez se reactualizan en ese equipo y explican el éxito de Martino”, ilumina Mamani a la audiencia.
Asimismo, valora el rol de Washington Tabárez. “El maestro es uno de más de los tantos educadores nucleadas en la reconocida Federación Uruguaya de Magisterio. Grandes docentes han salido de este país: el maestro José María Firpo, compilador de Qué porquería es el glóbulo, o el ex maestro, Eduardo Galeano, quien cuenta un cuento sobre la importancia de aprender a “perder el miedo de equivocarse”.
Gran conocedor del país azteca, el futbolista combativo declaró que: “Javier Aguirre, el DT mexicano representa a la Izquierda All Inclusive, aquellas agrupaciones que se emborrachan con sus ideas hedonistas y conforman gran parte de la progresía del DF”.
“El Brasil de Dunga es similar al Brasil de Lula y comparte sus pros y sus contras: ambos encaran un proyecto para disputar la hegemonía global, pero dando las espalda a sus bases sociales: el manto de olvido tendido sobre Ronaldinho es comparable al distanciamiento del presidente con los sectores díscolos del PT”, remarca.
En la vereda de enfrente de los equipos latinoamericanos se encuentra Honduras con dos partidos perdidos. Por eso, Mamani no se cansa de aclarar: "Honduras no pierde por sus carencias futbolísticas, sino por aplicar una especie de veda que establece la Prohibición de elementos de afirmación ideológica o de propaganda zelayista. Hubo persecutas políticas, jugadores prohibidos y ahora que vayan a llorar a la boca de Lobo”.
Los representantes del Partido Verde de Alemania oían a Mamani boquiabiertos y se apuraban a tomar apuntes. Seguramente, los usarán estas palabras como materia prima para ganarse alguna beca.
domingo, 20 de junio de 2010
Día 11: Su amigo Anelka
Dos días estuvo sin aparecer por el Anti-Mundial: porque Giorgio Mamani, el último futbolista combativo, se fue de juerga con Nicolás Anelka, el delantero recientemente expulsado de la selección francesa.
“Si, si, Nico insultó al técnico Domenech, pero por otros motivos que los medios se empecinan en ocultar”, anticipó Mamani al llegar a Soweto oliendo a cerveza Chibuku Shake Shake antes de comenzar a narrar las verdaderas razones que provocaron la expulsión del goleador.
La prensa suele remarca que Anelka “nunca fue el más dicharachero sino más bien un tipo taciturno, malhumorado y de aspecto inquietante”. Pero desconocen que él es hijo de dos militantes independentistas de Martinica y sobrino nieto del martinico más famoso: Franz Fanon, autor de “Los condenados de la tierra”. “Nico tiene el mismo espíritu rebelde e incansable que sus padres” sugirió elípticamente el inventor del “futbol de guerrillas”.
El problema en la escuadra gala surgió cuando: el director técnico, Raymond Domenech, recibió un llamado de Nicolas Sarkozy. El presidente se quejó por los excesivos gastos de la delegación en Sudáfrica, especialmente, en el precio suntuosas habitaciones que superan los mil euros diarios. De esa forma, exigió que se redujera el presupuesto en sintonía con el severo plan de ajuste lanzado días atrás en Francia.
Con el visto bueno de los astros, Domenech se disponía a aplicar una reducción presupuestaria.
Pero Anelka se me paró ante los 23 jugadores y planteó que ese no era el camino acertado. “Es un plan errado que nos llevaré a otro desastre”, argumentó Anelka y con el mismo tono propuso: “Impulsar medidas anticíclicas como hizo Cristina en Argentina”.
Entonces, el técnico amenazó con hacer rodar las cabezas de todo aquel que se oponga al recorte presupuestario.
“Usted es otro de los exiliados españoles antifranquistas que, cuando llegan al poder, se comporta como un dictador", le enrrostró Anelka.
“Siempre los planes de ajuste cierran con represión”, continúo denunciando, rabioso y exaltado, Anelka, sin guardarse nada, tal como lo dijera alguna vez su admirado Fanon: cuando la ira estalla, se recupera su transparencia perdida.
Con esa impronta, el martinico siguió insultando al director técnico.
La violencia del colonizado fue respondida con la violencia del colonizador: Domenech eliminó a Anelka del plantel sin comprender que, al eliminarlo, se eliminaba a si mismo: y ahora enfrenta una huelga en su plantel comparable a la que se realizará en las próximas semanas en Francia.
Todo esto le contó Anelka a Mamani, entre copa y copa. Y el quechua no tuvo más que palabras de aliento para este representante de la auténtica resistencia gala.
Del mismo modo, Mamani le contó que, en 1978, fue removido del seleccionado argentino por una intriga tejida entre Menotti, entrenador vinculado al PC, y las altas esferas del Kremlin y la Casa Rosada.
Esa dura experiencia quedó plasmada en “el Libro Negro de Mamani”, manual doctrinario donde se exponen los conceptos básicos del “Futbol de Guerrillas”.
Más precisamente, Mamani le recomendó leer el capítulo dedicado a los entrenadores conservadores, donde describe, con su incendiara prosa, las técnicas para encerrar a los DT mezquinos en un “vestuario del pueblo” hasta que se sacien las exigencias populares de gol y los dirigentes repartan pelotas en los barrios pobres.
“Es la única forma que este sistema le devuelva la felicidad al pueblo”, esboza el futbolista quechua mientras prepara se prepara para vivir en solsticio de invierno y rendir culto al dios Sol.
“Si, si, Nico insultó al técnico Domenech, pero por otros motivos que los medios se empecinan en ocultar”, anticipó Mamani al llegar a Soweto oliendo a cerveza Chibuku Shake Shake antes de comenzar a narrar las verdaderas razones que provocaron la expulsión del goleador.
La prensa suele remarca que Anelka “nunca fue el más dicharachero sino más bien un tipo taciturno, malhumorado y de aspecto inquietante”. Pero desconocen que él es hijo de dos militantes independentistas de Martinica y sobrino nieto del martinico más famoso: Franz Fanon, autor de “Los condenados de la tierra”. “Nico tiene el mismo espíritu rebelde e incansable que sus padres” sugirió elípticamente el inventor del “futbol de guerrillas”.
El problema en la escuadra gala surgió cuando: el director técnico, Raymond Domenech, recibió un llamado de Nicolas Sarkozy. El presidente se quejó por los excesivos gastos de la delegación en Sudáfrica, especialmente, en el precio suntuosas habitaciones que superan los mil euros diarios. De esa forma, exigió que se redujera el presupuesto en sintonía con el severo plan de ajuste lanzado días atrás en Francia.
Con el visto bueno de los astros, Domenech se disponía a aplicar una reducción presupuestaria.
Pero Anelka se me paró ante los 23 jugadores y planteó que ese no era el camino acertado. “Es un plan errado que nos llevaré a otro desastre”, argumentó Anelka y con el mismo tono propuso: “Impulsar medidas anticíclicas como hizo Cristina en Argentina”.
Entonces, el técnico amenazó con hacer rodar las cabezas de todo aquel que se oponga al recorte presupuestario.
“Usted es otro de los exiliados españoles antifranquistas que, cuando llegan al poder, se comporta como un dictador", le enrrostró Anelka.
“Siempre los planes de ajuste cierran con represión”, continúo denunciando, rabioso y exaltado, Anelka, sin guardarse nada, tal como lo dijera alguna vez su admirado Fanon: cuando la ira estalla, se recupera su transparencia perdida.
Con esa impronta, el martinico siguió insultando al director técnico.
La violencia del colonizado fue respondida con la violencia del colonizador: Domenech eliminó a Anelka del plantel sin comprender que, al eliminarlo, se eliminaba a si mismo: y ahora enfrenta una huelga en su plantel comparable a la que se realizará en las próximas semanas en Francia.
Todo esto le contó Anelka a Mamani, entre copa y copa. Y el quechua no tuvo más que palabras de aliento para este representante de la auténtica resistencia gala.
Del mismo modo, Mamani le contó que, en 1978, fue removido del seleccionado argentino por una intriga tejida entre Menotti, entrenador vinculado al PC, y las altas esferas del Kremlin y la Casa Rosada.
Esa dura experiencia quedó plasmada en “el Libro Negro de Mamani”, manual doctrinario donde se exponen los conceptos básicos del “Futbol de Guerrillas”.
Más precisamente, Mamani le recomendó leer el capítulo dedicado a los entrenadores conservadores, donde describe, con su incendiara prosa, las técnicas para encerrar a los DT mezquinos en un “vestuario del pueblo” hasta que se sacien las exigencias populares de gol y los dirigentes repartan pelotas en los barrios pobres.
“Es la única forma que este sistema le devuelva la felicidad al pueblo”, esboza el futbolista quechua mientras prepara se prepara para vivir en solsticio de invierno y rendir culto al dios Sol.
jueves, 17 de junio de 2010
Día 10: Mensaje en un abrazo
No se ilusiona con los 4 goles. Giorgio Mamani, el último futbolista combativo, recuerda una goleada argentina por Mundial: Jamaica, Serbio y Montenegro fueron víctimas de sus francotiradores.
En cambio, Giorgio se entusiasma con la enseñanza final: el abrazo de Maradona a Demichelis.
"Ese gesto promueve la opción por los pobres", explica Mamani a quien quiera oirlo
"Esa es la imagen de la verdadera victoria: los medios no la repiten esa toma porque saben lo que quiere decir: es metáfora antisistema", reclama con su vigor.
Al finalizar el partido, el DT podría haber ido a abrazarse con Messi: el rey y su heredero. Maradona podría haber ido a colgarse de Higuaín sugiriendo que las viejas victorias se reviven en las nuevas figuras.
Pero no: Diego -con su enorme talento semiótico- fue abrazar a Demichelis, al que erró. Y lo hace con todas sus fuerzas para fundirse durante varios segundos; muchos más que al resto. Es un dios, barbado y comprensivo, abrazando al ángel caído, al expulsado del altar del exitismo, al que falló y merece nuevas oportunidades.
“Lo hace porque Diego sabe, muy bien, lo que es equivocarse”, sostuvo Mamani.
"Fijate lo que dijo en la conferencia pospartido: salimos fuertes porque un compañero había errado... el afecto es de agradecimiento... consensuamos... no ponemos una multa... hasta le pidió perdón a Platini", explica Mamani remarcando las condiciones como conductor de Maradona.
“Eso me gusta de Diego: es un ganador que quiere e incluye a los perdedores”, insiste ante los que sólo quieren alegrarse por los goles. “Esa es la vía argentina a la victoria”, repite.
En cambio, Giorgio se entusiasma con la enseñanza final: el abrazo de Maradona a Demichelis.
"Ese gesto promueve la opción por los pobres", explica Mamani a quien quiera oirlo
"Esa es la imagen de la verdadera victoria: los medios no la repiten esa toma porque saben lo que quiere decir: es metáfora antisistema", reclama con su vigor.
Al finalizar el partido, el DT podría haber ido a abrazarse con Messi: el rey y su heredero. Maradona podría haber ido a colgarse de Higuaín sugiriendo que las viejas victorias se reviven en las nuevas figuras.
Pero no: Diego -con su enorme talento semiótico- fue abrazar a Demichelis, al que erró. Y lo hace con todas sus fuerzas para fundirse durante varios segundos; muchos más que al resto. Es un dios, barbado y comprensivo, abrazando al ángel caído, al expulsado del altar del exitismo, al que falló y merece nuevas oportunidades.
“Lo hace porque Diego sabe, muy bien, lo que es equivocarse”, sostuvo Mamani.
"Fijate lo que dijo en la conferencia pospartido: salimos fuertes porque un compañero había errado... el afecto es de agradecimiento... consensuamos... no ponemos una multa... hasta le pidió perdón a Platini", explica Mamani remarcando las condiciones como conductor de Maradona.
“Eso me gusta de Diego: es un ganador que quiere e incluye a los perdedores”, insiste ante los que sólo quieren alegrarse por los goles. “Esa es la vía argentina a la victoria”, repite.
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